Un proveedor de abortos de 83 años en Texas describió su experiencia al realizar 67 interrupciones mientras el reloj marcaba la víspera de la prohibición estatal de los abortos después de seis semanas.
Por Dailymail
Jasbir Ahluwalia, obstetra-ginecólogo de Whole Woman’s Health Clinic en Forth Worth, recordó el cambio dramático entre trabajar a una velocidad vertiginosa para tratar una afluencia de pacientes una noche y volver a ver una oficina vacía a la mañana siguiente, el 1 de septiembre, cuando el la ley entró en vigor.
“Nadie se preocupaba por su propio bienestar”, dijo en una entrevista con Vice . Los trabajadores quieren cuidar a los pacientes. Esa fue una actitud asombrosa, asombrosa que vi por primera vez en todos estos 50 años de práctica de la medicina. . . Querían cuidar a cada paciente, traerlos, mudarse y mudarse y mudarse. Vi un tremendo, tremendo trabajo en equipo esa noche ‘.
Añadió: ‘Y siguió el libro. No tomamos atajos. Todo se hizo correctamente. Estaba realmente asombrado ‘.
Desde entonces, sin embargo, Ahluwalia ha tenido que rechazar una cantidad de pacientes que tienen poco más de seis semanas y está viendo una cantidad significativamente menor de personas, ya que un 85 por ciento de los abortos en Texas ocurren después de seis semanas.
En los 10 días posteriores a la entrada en vigor de la ley, Melaney Linton, presidenta de Planned Parenthood Gulf Coast, dijo que las clínicas en Houston tenían 63 pacientes programadas para un aborto en comparación con las aproximadamente 250 que normalmente realizarían en 10 días.
La ley de Texas prohíbe el aborto con la señal de un latido del corazón, o alrededor de las seis semanas de embarazo, sin excepciones por violación o incesto. La ley también delega a los ciudadanos privados a denunciar a las mujeres que se hacen abortos y a cualquier persona que les ayude a hacerlo, incluso a los conductores de Uber. Los demandantes exitosos tienen derecho a $ 10,000 de los acusados, aunque no pueden demandar a la mujer que buscó el aborto ella misma.
Ahluwalia dijo que las pacientes que ve llegan durante etapas del embarazo mucho más tempranas de lo habitual, y algunas llegan a los dos días de embarazo. Pero entre el 40 y el 60 por ciento de sus pacientes están demasiado avanzados para que él los ayude.
“Los muy pocos que califican, somos muy cuidadosos”, dijo. “Simplemente estamos cumpliendo totalmente con la ley. Observamos la ecografía y hacemos una ecografía vaginal, ni siquiera abdominal, porque son mucho más sensibles, para asegurarnos de que no nos perdamos nada. Y enviamos a los pacientes. Tenemos que cumplir con la ley, sea lo que sea. Así que rechazamos a muchos pacientes, y eso es muy triste ”.
Añadió que muchos pacientes son jóvenes y no tienen dinero para viajar fuera del estado para el procedimiento. “No pueden ir a ningún lado”, dijo. “Estas son las personas que van a sufrir”.
‘¿Una joven de 15, 16 años ahora se ve obligada a llevar un embarazo a término y no tiene recursos para salir del estado? Eso es triste. Eso es absolutamente triste. Para mí, eso parece que el estado está cometiendo abuso infantil ‘.
Ahluwalia dijo que lo deja incrédulo saber que esto está sucediendo en Estados Unidos. A una edad temprana, él y su familia se mudaron de Kenia, donde nació, a Uganda. Después de que el dictador Idi Amin tomó el control del país en 1972, obligó a todos a huir si no eran negros.
Ahluwalia ya era médico en ese momento, pero el aborto no era legal en Uganda y no estaba estudiando para proporcionarlo. Una mujer tenía ocho semanas de embarazo y no sabía si estaría con su esposo después de que salieran del país, así que tuvo un aborto clandestino.
Terminó con una septicemia y llegó al hospital de Ahluwalia gravemente enferma, pero él y su profesor en ese momento no pudieron salvarla. Después de que eso sucedió, Ahluwalia dedicó su carrera a convertirse en obstetra-ginecólogo y realizar abortos seguros.
Fue expulsado del país y se fue a Londres, donde obtuvo su certificación de la junta de obstetricia y ginecología en el Royal College of OB-GYN, y se mudó a Texas en 1977.
‘Si esto fuera Myanmar, Ruanda o uno de esos países, lo entendería. Dejaré esos países, como hice en Uganda ”, dijo. ¿Pero Estados Unidos? Se supone que los países nos miren, miren a este país, como líder, como un ejemplo a copiar. ¿Es esto lo que está pasando aquí? Eso es lo que me entristece.
Dijo que está escuchando a personas de otros países comparar a los partidarios de la ley de Texas con los talibanes. “Sí, puede llamarlos los talibanes de Texas”, agregó. Odian a las mujeres. ¿Han aprobado alguna vez una ley que diga: “Los hombres no deben recibir más de tres inyecciones de testosterona por semana, o los hombres no pueden recibir más de cinco pastillas de Viagra por semana? Controlemos eso, eso no es bueno. Deberíamos tomar una pastilla al mes. Eso es todo.” No. Nunca, nunca, nunca.
Ahluwalia dijo que creía que continuaría brindando servicios de aborto durante otros 10 años, hasta que tenga 93 años, y no planea dejar de hacerlo ahora. “Seguiré sirviendo y atravesando la puerta principal de una clínica de abortos y cuidando a las pacientes”, dijo.
Mientras tanto, el Departamento de Justicia solicitó una orden de emergencia el martes por la noche para bloquear la ley de Texas y argumentó en un expediente, presentado en un tribunal de distrito en Austin, que se promulgó ‘para evitar que las mujeres ejerzan sus derechos constitucionales’.
“Este alivio es necesario para proteger los derechos constitucionales de las mujeres en Texas y el interés soberano de Estados Unidos”, agregó el comunicado.
La nueva presentación avanza una de la semana pasada que argumentó que la ley no es válida porque infringe ilegalmente los derechos constitucionales de las mujeres y viola la Cláusula de Supremacía de la Constitución, que dice que la ley federal reemplaza a la ley estatal.
El departamento dijo que la ‘gran mayoría’ de mujeres que buscan abortos en Texas están siendo rechazadas.
“Mientras tanto, las clínicas en los estados vecinos están recibiendo llamadas de pánico de pacientes en Texas”, dijo el Departamento de Justicia.
El juez federal de distrito Robert Pitman, designado por el ex presidente Barack Obama, no tomó medidas de inmediato el miércoles sobre la solicitud del Departamento de Justicia.
El Departamento de Justicia dijo el martes que si se otorga la orden de restricción, no solo no se debe hacer cumplir la ley, sino que también se debe informar a cualquier persona que intente hacer cumplir la SB 8 que ya no tiene la autoridad que la ley le ofreció mientras se litiga el asunto.
La Corte Suprema, en una decisión de 5-4 a principios de este mes, denegó una solicitud de emergencia para impedir que el proyecto de ley entre en vigencia mientras se litigan sus disposiciones más controvertidas, pero no se pronunció sobre la constitucionalidad del mismo.