Maestra biónica: Tuvo 11 infartos, perdió sus extremidades y regresó a la escuela con brazos robóticos

Maestra biónica: Tuvo 11 infartos, perdió sus extremidades y regresó a la escuela con brazos robóticos

La maestra Kath Tregenna (47) desarrolló sepsis y debieron amputarle todas sus extremidades. Con sus nuevos brazos robóticos y volvió a dar clases

 

 

Una maestra de escuela primaria que perdió todas sus extremidades a causa de la sepsis regresó a su lugar preferido y donde pensó que no volvería: el aula de clases. Ahora tiene con qué pelear en esta nueva etapa de su vida, ya que le colocaron extremidades biónicas.





Por: Clarín

Kath Tregenna, de 47 años y oriunda de Reino Unido, comenzó con un cuadro de fiebre en los días previos a la Navidad de hace dos años. Pese a intentar con algunos medicamentos, su estado de salud lejos de mejorar se tornaba más grave, por lo que debió ser internada en un hospital.

Comienzo de una pesadilla

La mujer, madre de dos hijos, sufrió entre siete y 11 paros cardíacos. Los médicos no encontraban la manera de salvarla, y hasta le sugirieron a la familia que se despidiera, difunde Daily Mail.

“Le debo la vida al operador de emergencias que notó algunos de los síntomas de la sepsis y llamó a una ambulancia”, confiesa Kath

Para detener la propagación de la sepsis, frente a una situación límite, los profesionales de la salud no tuvieron más remedio realizar una amputación cuádruple en ambas piernas por debajo de la rodilla y dos brazos por debajo del codo.

Pasó Año Nuevo en la Unidad de Cuidados Intensivos redescubriendo el mundo que la rodeaba, pensando que la vida le había dado otra oportunidad, pero que debía afrontarla sus extremidades.

Recuperación con la mira en la educación

Kath enseñó a niños de Primaria en la Escuela Internacional de Londres antes de contraer la mortal infección de la sangre.

“Durante mi recuperación, realmente sabía en lo más profundo de mi corazón que quería volver al aula y volver a la enseñanza”, relata.

Mientras se encontraba en su difícil camino hacia la recuperación, a Kath le recetaron ganchos de prótesis para el brazo que eran incómodos y pesados ??de usar. “Siempre tuve el sueño de poder volver a la docencia y sabía que no podía hacerlo con pesados ??ganchos”, recuerda.

Mientras aprendía a dar sus primeros pasos, en su segunda casa, la escuela, comenzó una colecta para recaudar los fondos suficientes que cubriera los costos de un Hero Arm de la compañía de tecnología británica Open Bionics.

Tiempo después, ya con su primer brazo biónico, Kath se volvió mucho más independiente,. Como los bebés o niños fue adquiriendo nuevas habilidades motrices, y meses más tarde recibió la prótesis para el otro brazo.

El regreso al aula

Hoy Kath se encuentra trabajando a tiempo parcial en el salón de clases. Sonríe con este tiempo extra que le otorgó el destino. Y se ve sorprendida con la respuesta de sus pequeños alumnos debido a sus brazos biónicos.

“Gracias a las prótesis puedo volver a enseñar. Desde escribir en la junta escolar hasta llevar libros. Y los niños están obsesionados y siempre me piden que les muestre cómo funcionan los brazos biónicos”, cuenta emocionada sobre sus nueva habilidades.

“Aunque parezca algo básico, salir con los brazos me hace sentir muy, confiada. Simplemente me permiten llevar a cabo una variedad de actividades en el aula que de otro modo no podría hacer”, agrega la mujer.

A diferencia de las “prótesis gancho”, los nuevos brazos de Kath utilizan sensores mioeléctricos que detectan los movimientos musculares del brazo y los convierten en movimientos intuitivos de la mano.