Una retina envejecida podría revelar un riesgo mayor de muerte prematura, según un estudio

Este descubrimiento podría permitir que los médicos con un simple análisis ocular puedan evaluar el nivel de envejecimiento y la salud general de una persona

 

 

 





 

Científicos de Australia y China detectaron que medir la diferencia entre la edad retinal y la edad física podría ser un biomarcador para estimar el riesgo de muerte que corre una persona.

Por infobae.com

Un nuevo estudio publicado en el British Journal of Ophthalmology dijo que, cuando se detecta diferencias entre la edad de la retina de una persona y la edad cronológica, indicaría un riesgo de muerte prematura. Este descubrimiento podría permitir que los médicos con un simple análisis ocular puedan evaluar el nivel de envejecimiento y la salud general de una persona.

Hay investigaciones que indican que la edad cronológica no tiene por qué mostrar la edad biológica de una persona. Algunas personas mayores pueden ser más propensas a contraer enfermedades mientras que otras de la misma edad tienen una salud fuerte.

En los últimos años se han desarrollado diversos indicadores para detectar el envejecimiento biológico, pero los investigadores se han encontrado con diversos problemas que complican su análisis. Uno de los más prometedores por su sencillez es la medición del deterioro de los tejidos de la retina. Un escáner del ojo sería suficiente para que un médico pueda evaluar la salud general del sistema circulatorio del cuerpo y del cerebro.

Científicos de Australia y China crearon una herramienta de inteligencia artificial que puede advertir con exactitud la edad de la retina de una persona a partir de imágenes del fondo de ojo. Los especialistas detectaron que mediante este sistema se puede establecer si existe una diferencia entre la edad de la retina y la edad cronológica y que esto puede estar relacionado con un mayor riesgo de muerte.

“Nuestros novedosos hallazgos han determinado que la diferencia de edad de la retina es un predictor independiente de un mayor riesgo de mortalidad, especialmente de la mortalidad por enfermedades no cardiovasculares y no cancerosas”, dijeron los investigadores en el estudio. “Estos resultados sugieren que la edad de la retina puede ser un biomarcador clínicamente significativo del envejecimiento”.

Los científicos cargaron el sistema de inteligencia artificial unas 19.200 imágenes del ojo derecho de personas de mediana edad que presentaban buen estado de salud. En estos casos la relación entre edad retiniana y edad real era muy similar aunque el sistema presenta un margen de error de tres años y medio. Luego, evaluaron la diferencia de edad de la retina en 35.917 personas durante un período de seguimiento de 11 años.

Los analistas dijeron que durante el tiempo del estudio murieron 1871 participantes, un 5%. De los cuales 321 (el 17%) lo hizo de enfermedades cardiovasculares, 1018 (el 54,5%) de cáncer y 532 (el 28,5%) por otras causas entre las que destaca la demencia.

Los científicos observaron que las personas que tenían una diferencia entre edad retiniana y edad cronológica por encima de los tres años y medio mostraban un riesgo de muerte de entre el 49% y el 67%.

Los especialistas consideraron que cada año que aumenta la brecha de edad especialmente vinculado con un aumento del 2% en el riesgo de muerte por cualquier causa y un aumento del 3% en causas distinta de las enfermedades cardiovasculares y el cáncer. Otros factores, por supuesto, también influyen, como la presión arterial alta, el peso o el estilo de vida.

“Esta hipótesis está respaldada por estudios anteriores, que han sugerido que las imágenes de la retina contienen información sobre factores de riesgo cardiovascular, enfermedades renales crónicas y biomarcadores sistémicos”“Esta hipótesis está respaldada por estudios anteriores, que han sugerido que las imágenes de la retina contienen información sobre factores de riesgo cardiovascular, enfermedades renales crónicas y biomarcadores sistémicos”

 

 

 

Los participantes del estudio también realizaron el ensayo con imágenes de ojos izquierdos y los resultados obtenidos, dijeron, fueron similares. Los mismos científicos que realizaron el estudio admitieron que todavía deben ampliar esta investigación con una muestra de personas mayor para acabar de corroborar los resultados.

“Esta hipótesis está respaldada por estudios anteriores, que han sugerido que las imágenes de la retina contienen información sobre factores de riesgo cardiovascular, enfermedades renales crónicas y biomarcadores sistémicos”, remarcaron los investigadores. “La retina ofrece una “ventana” única y accesible para evaluar los procesos patológicos subyacentes de las enfermedades vasculares y neurológicas sistémicas que se asocian a un mayor riesgo de mortalidad”.

En marzo pasado, investigadores del Instituto Oftalmológico Shiley de la Universidad de California en San Diego, en los Estados Unidos, publicaron que identificaron un nuevo marcador potencial que muestra la presencia de enfermedades cardiovasculares en un paciente mediante una tomografía de coherencia óptica. Esta tecnología es una herramienta de diagnóstico no invasiva utilizada habitualmente en las clínicas de oftalmología y optometría para crear imágenes de la retina. El hallazgo sugiere que podría ser posible detectar enfermedades cardíacas durante un examen ocular.

El estudio fue publicado el 2 de marzo de 2021 en la revista de acceso abierto EClinical Medicine por la editorial The Lancet. El equipo de investigación examinó las lesiones de la retina, la capa más interna y sensible a la luz del ojo, para determinar si puede haber un trastorno cardiovascular.

“Los ojos son una ventana a nuestra salud, y muchas enfermedades pueden manifestarse en el ojo; las enfermedades cardiovasculares no son una excepción” (REUTERS/Aleksander Solum)
“Los ojos son una ventana a nuestra salud, y muchas enfermedades pueden manifestarse en el ojo; las enfermedades cardiovasculares no son una excepción” (REUTERS/Aleksander Solum)

 

 

 

“Los ojos son una ventana a nuestra salud, y muchas enfermedades pueden manifestarse en el ojo; las enfermedades cardiovasculares no son una excepción”, dijo el autor principal, Mathieu Bakhoum, médico-científico y cirujano de retina en la universidad de San Diego.

“La isquemia, que es la disminución del flujo sanguíneo causada por una enfermedad cardíaca, puede provocar un flujo sanguíneo inadecuado en el ojo y puede hacer que las células de la retina mueran, dejando una marca permanente”. Esa marca se llama “lesiones perivasculares isquémicas de la retina o “RIPL” por su sigla en inglés. Es decir, quedan lesiones en la retina. “Tratamos de determinar si este hallazgo podría servir como biomarcador de la enfermedad cardiovascular”.