El aeropuerto de Estambul, uno de los principales terminales de Europa, cerró el lunes por una inusual nevada en el este del Mediterráneo que obligó a cerrar centros de vacunación en Atenas y que provocó cortes eléctricos y estragos en el tráfico.
Este es el primer cierre que afecta a esta nueva estación, con un edificio moderno de cristal y acero que reemplazó desde 2019 al antiguo aeropuerto Ataturk como centro de operaciones de Turkish Airlines.
La nevada creó un paisaje ameno delante de las mezquitas y principales monumentos de la ciudad que congregó a turistas. Pero la nieve supuso un dolor de cabeza para los 16 millones de residentes de la mayor ciudad de Turquía, que quedó casi paralizada.
Entretanto en Grecia el termómetro bajó a -14 grados y la tormenta obligó a suspender una sesión en el Parlamento y a cerrar los centros de vacunación en Atenas.
Miles de conductores quedaron atrapados en sus coches en las afueras de Atenas, pese a los intentos de la policía de acordonar las entradas desde el norte de la capital griega.
“Estas son condiciones extremas”, dijo a la cadena estatal TV ERT Christos Zerefos, un experto en física de la atmósfera .
AFP