“La muerte no existe”: Elisabeth Kübler-Ross, la doctora que dice haber confirmado la existencia del “más allá”

“La muerte no existe”: Elisabeth Kübler-Ross, la doctora que dice haber confirmado la existencia del “más allá”

Elisabeth Kübler Ross nació en Zürich, en 1926, y murió en Arizona, en 2004, a los 78 años

 

 

 





La doctora suizo-estadounidense Elisabeth Kübler-Ross recibió a lo largo de sus 40 años de profesión 28 títulos doctor honoris causa. Sus libros -el más conocido es el bestseller Sobre la muerte y los moribundos– han sido traducidos a más de 25 idiomas. Una parte de su reconocimiento mundial se debe a que la médica psiquiatra se dedicó durante décadas a acompañar a enfermos terminales, aplicando modernos cuidados paliativos para que afrontaran el fin de su vida con serenidad e incluso con alegría. Mientras, estudiaba sus comportamientos, a partir de los cuales desarrolló su teoría sobre las cinco etapas del duelo (negación, ira, negociación, depresión y aceptación), conocida mundialmente como el “modelo de Kübler-Ross”, hoy considerada la base teórica de los cuidados paliativos.

Por La Nación

Pero lo que más la distinguió entre sus colegas fueron sus estudios sobre la vida después de la muerte o el “más allá”. A partir de la recopilación de miles de casos de pacientes con muerte clínica que vivieron experiencias extracorporales y luego volvieron a la vida, Kübler-Ross llegó a la conclusión de que la muerte no es más que un nuevo comienzo, y uno feliz. “El instante de la muerte es una experiencia única, bella, liberadora, que se vive sin temor y sin angustia”, ha declarado en numerosas ocasiones. A lo que también ha agregado: “La muerte es solo un paso más hacia una forma de vida en otra frecuencia”.

 

Muchos de sus colegas consideraban que sus estudios sobre el “más allá” manchaban su integridad científica.

 

Sus investigaciones sobre el tema han trazado una línea divisoria entre sus colegas: hay quienes la critican y discuten sus hallazgos con contraargumentos racionalistas, como también quienes la admiran y la respetan como una eminencia en su especialidad, la muerte, o como ella la llamaba: “el mayor misterio para la ciencia”.

Umbral de la muerte: el primer caso que cambió su vida

Kübler-Ross se dedicaba a acompañar enfermos terminales en distintos hospitales de Estados Unidos cuando trató por primera vez a una paciente que vivó la experiencia del umbral de la muerte. Se trataba de la señora Schwartz, que llegó a un hospital local de Indiana con un estado de salud extremadamente delicado. Al poco tiempo de estar internada, dejó de tener signos vitales.

“La señora Schwartz se vio deslizarse lenta y tranquilamente fuera de su cuerpo físico y luego flotó a una cierta distancia por encima de su cama. Nos contaba, con humor, cómo desde allí miraba su cuerpo extendido, que le parecía pálido y feo. Se encontraba extrañada y sorprendida, pero no asustada ni espantada. Nos contó cómo vio llegar al equipo de reanimación y nos explicó con detalle quién llegó primero y quién último. No solo escuchó claramente cada palabra de la conversación, sino que pudo leer igualmente los pensamientos de cada uno. Tenía ganas de interpelarlos para decirles que no se dieran prisa, puesto que se encontraba bien, pero cuanto más se esforzaba en explicarles más la atendían solícitamente, hasta que comprendió que los demás no la oían. Decidió entonces detener sus esfuerzos y perdió su conciencia, como nos dijo textualmente. Fue declarada muerta cuarenta y cinco minutos después de empezar la reanimación y dio signos de vida después, viviendo todavía un año y medio más”, detalló la médica psiquiatra en una de sus conferencias sobre el tema, hoy recopiladas en el libro La muerte: un amanecer (1984).

Para seguir leyendo, clic AQUÍ.