Los mitos sobre el sexo que impiden vivir la sexualidad a pleno

Los mitos sobre el sexo que impiden vivir la sexualidad a pleno

 

En lugar de pensar en el sexo mediante la culpa, los prejuicios y el desconocimiento; es momento de poner punto final a estos mitos sobre la sexualidad e informarnos responsablemente para vivir el placer.





Por Clarín

Algunos de los mitos más comunes que se repiten sin un fundamento científico nos impiden llevar una vida sexual adulta activa, responsable y saludable. Derribémoslos uno a uno:

1. Mito: “Las mujeres no necesitan masturbarse con la misma frecuencia que los hombres”

¡Falso! La masturbación es una necesidad que varía de una persona a otra, pero no está regida por un género. Gracias a la educación sexual, las mujeres se animan a masturbarse, conocen su cuerpo y se permiten autosatisfacerse sin culpa (aunque todavía estemos luchando contra el tabú).

 

2. Mito: “La primera vez no puedo quedar embarazada”

¡Falso! Sí que se puede. Si un pene contacta con una vulva o vagina siempre hay riesgo de embarazo a menos que se use un preservativo u otro método anticonceptivo. Bien sea que eyacule o no, existe la posibilidad. ¿La razón? Por la uretra del pene, antes de eyacular, sale un fluido llamado líquido preseminal que también contiene espermatozoides. Tené en cuenta que con este líquido también puede haber un contagio de infecciones sexualmente transmisibles.

3. Mito: “El tamaño del pene es decisivo para el goce de las personas”

¡Falso! El goce de las personas no depende del tamaño de un pene. La sexualidad abarca toda la piel del cuerpo y forma parte del erotismo y la estimulación. No existe un “buen” o un “mal” tamaño para que los genitales o las personas sientan placer. El orgasmo se da en un pene de cualquier tamaño; y en el caso de que esté con una persona con vulva, el clímax no depende de lo largo de un pene, la vagina no tiene sensibilidad interna y el orgasmo siempre es clitorídeo.

 

4. Mito: “El sexo apasionado es espontáneo, si se planifica pierde calidad”

¡Falso! Con los compromisos que nos demanda la vida cotidiana, el sexo desenfrenado y libre de errores que se consume en las películas rara vez sucede. Las parejas consolidadas encuentran un tiempo para reencontrarse y vivir su sexualidad plena; a veces, hasta lo convierten en parte de su agenda. Planificar una velada o un encuentro no significa que la calidad del sexo sea “menos buena”.

5. Mito: “Los hombres siempre tienen ganas”

¡Falso! Al igual que cualquier persona, los hombres no tienen por qué sentir ganas y deseos de tener sexo todo el tiempo. Dar lugar a múltiples factores como el cansancio, el estrés, los problemas entre parejas, sentir enojo o estar con la líbido en otro lado o tantas otras causas es fundamental para romper con un estereotipo que encasilla a los varones como “siempre listos”.

 

6. Mito: “Existen dos orgasmos: el clitorídeo y el vaginal”

¡Falso! El orgasmo se produce a través de la estimulación del clítoris generalmente en forma directa (mano, lengua, juguete, pene, vulva, etc). Se estima que solo el 20 por ciento de las mujeres pueden tener un orgasmo con la penetración del pene sin estimulación externa. Esto puede ocurrir porque con la penetración se estimulan las ramas internas del clítoris que se sitúan en la pared anterior de la vagina, o por el frotamiento de la mecánica de roce en algunas posiciones sobre el clítoris con el pubis de la pareja. Sin embargo, cada persona tiene su propio camino hacia el orgasmo.

7. Mito: “No se pueden tener relaciones sexuales durante el embarazo”

¡Falso! La persona embarazada puede disfrutar de una vida sexual activa con su pareja –a menos que haya una explícita contraindicación si se trata de un embarazo de alto riesgo-. Durante el período de gestación, el útero y el líquido amniótico están diseñados para proteger al feto, la penetración no implica nada perjudicial para su desarrollo. Al contrario, generalmente, las relaciones sexuales intraembarazo descargan sustancias y neurotransmisores que le hacen bien al feto.

 

8. Mito: “No se deben tener relaciones coitales si estoy menstruando”

¡Falso! La menstruación per se no contraindica la penetración ni impide tener sexo, puede generar un momento muy placentero si es el tipo de práctica que se elige. En todo caso, es fundamental recordar que la vagina debe estar lubricada para evitar que ocurra una fricción dolorosa. En estos casos, aumenta la incidencia de infecciones de transmisión sexual (ITS).

9. Mito: “Con la menopausia se acaba el deseo sexual y no se puede llegar al orgasmo”

¡Falso! En la postmenopausia las mujeres pueden seguir manteniendo una vida sexual activa, no tiene porqué apagarse el deseo y pueden disfrutar perfectamente de una relación sexual. Generalmente, lo que suele variar y extenderse es el período de meseta, una de las fases de la respuesta sexual que antecede al orgasmo.

 

10. Mito: “Si no hubo penetración, no tuve sexo”

¡Falso! Una relación sexual no está limitada a la penetración. Por el contrario, puede abarcar mucho más que los genitales. Lo que mal llamamos “la previa”: miradas, abrazos, caricias, besos y la estimulación mutua, también forman parte de la sexualidad y son parte de las relaciones sexuales.

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