Cruzar el Darién deja marcas físicas y psicológicas a los migrantes venezolanos

Según las autoridades panameñas, más de 70.000 migrantes han pasado por el Tapón del Darién este año. La mayoría de los migrantes de los últimos meses han sido haitianos, muchos de los cuales vivían en Chile y Brasil desde el terremoto de Haití de 2010. (John Moore/Getty Images)(Getty Images)

 

“Ahí la vida no vale nada, ni siquiera la de los niños”, le dijo Gabriela, una venezolana de 40 años, a los oficiales de Médicos Sin Fronteras (MSF) tras cruzar la selva del Darién, el peligroso paso que comunica Colombia y Panamá y que este año repuntó como una de las rutas más usadas por los migrantes venezolanos para llegar a Estados Unidos.

Por Tal Cual





La ruta del tapón del Darién —como también se conoce— dura entre cinco y 10 días dependiendo del ritmo de la persona. Variaciones climáticas extremas, robos, violencia sexual, secuestros y falta de alimentos son algunos de los peligros que encuentran los migrantes en la selva.

El esfuerzo físico no es solo el trayecto de la selva. La mayoría empieza su viaje a pie desde Venezuela (77%), pero también se registran migrantes venezolanos caminando hacia EEUU desde Colombia (7%), Ecuador (6%) y Perú (3%).

En la selva, a Gabriela y su grupo les robaron todo el dinero que traían consigo, los amenazaron con violarlos y además fueron obligados a ver cómo desnudaban a varios asiáticos.

Liliana Carrizo, infectóloga y coordinadora de actividades médicas de MSF en Proyecto Darién, explica a TalCual que «lo que pasa con los migrantes cuando pasan el Darién tiene un impacto en la salud tremenda. Por ejemplo, la mayoría llega con problemas respiratorios, accidentes, violencias y se prioriza atención en violencia sexual. Se hace un triaje, pero se prioriza la atención de los casos más urgentes».

Dependiendo de la llegada de migrantes, pueden atender entre 300 y 1.000 personas diarias con diversos problemas de salud.

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