Los países más ricos destinan treinta veces más al gasto militar que al clima

Los países más ricos destinan treinta veces más al gasto militar que al clima

Vista general de un área quemada de la selva amazónica en los alrededores de la ciudad de Porto Velho, estado de Rondonia, Brasil, el 15 de septiembre de 2021. – La cuenca del Amazonas ha absorbido, hasta hace poco, grandes cantidades de las emisiones de carbono de la humanidad, contribuyendo a evitar la pesadilla del cambio climático desenfrenado. Pero los estudios indican que la selva tropical se está precipitando hacia un “punto de inflexión”, en el que se secará y se convertirá en sabana, con 390 mil millones de árboles muriendo en masa. La destrucción ya se está acelerando, especialmente desde que el presidente de extrema derecha Jair Bolsonaro asumió el cargo en 2019 en Brasil, hogar del 60 por ciento de la Amazonía, con un impulso para abrir tierras protegidas a la agroindustria y la minería. (Foto de MAURO PIMENTEL / AFP).

 

Los países más ricos, conocidos como países del “Anexo 2” en las negociaciones climáticas de la ONU, están destinando treinta veces más al gasto militar que a financiación climática, según un informe que copublica el español Centre Delàs d’Estudis per la Pau.

“Los daños colaterales del clima”, elaborado por la organización internacional de investigación Transnational Institute, junto con Stop Wapenhandel (Países Bajos) y Tipping Point North South (Reino Unido), y copublicado por el International Peace Bureau y el Centre Delàs d’Estudis per la Pau, denuncia que el gasto militar está profundizando la crisis climática al aumentar las emisiones, desviar dinero y alimentar los conflictos en los países más vulnerables a la crisis climática.

El mismo informe revela que las emisiones militares de gases de efecto invernadero representan actualmente el 5,5 % del total y que, en lugar de proporcionar financiación climática, los países del Anexo 2 están vendiendo armas a cuarenta de los países más vulnerables a la crisis climática.

La investigación examina afirmaciones de estados miembros de la OTAN, como EE. UU. y el Reino Unido, sobre la ecologización de sus ejércitos, y detalla objetivos de “cero neto”, pero no encuentra evidencia de que las fuerzas armadas puedan reducir la gran mayoría de las emisiones de sus aviones, barcos y tanques, que dependen de los combustibles fósiles y para los cuales los combustibles alternativos no existen o suponen costes sociales y ambientales inaceptables.

El informe también destaca el caso de Egipto, país anfitrión de la COP27, como estudio de caso de un país apoyado por acuerdos de armamento europeos y estadounidenses, en lugar de financiación climática, lo que ha permitido que un régimen autoritario continúe reprimiendo a su población.

El Centro Delàs d’Estudis per la Pau copublica este nuevo informe que da continuidad a su reciente publicación “Transnacionales, belicismo y emergencia climática”, que afirma que “la crisis climática jugará un papel directo o indirecto en la precipitación de conflictos armados en países vulnerables del Sur Global”.

En estos conflictos se utilizarán armas que “muy probablemente se comprarán en los países que, a la vez, son los que más destinan al gasto militar y que mayor responsabilidad tienen sobre la emergencia climática, lo que generará una rueda de violencia con responsabilidades acusadamente unidireccionales hacia los países del Norte Global”.

EFE

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