Los misiles nucleares de Putin en Bielorrusia: ¿Una amenaza real?

Los misiles nucleares de Putin en Bielorrusia: ¿Una amenaza real?

 

Armas nucleares Rusia

 

 





 

La participación militar de Bielorrusia en la guerra de Ucrania acerca un desequilibrio regional en Europa del Este.

Por larazon.es

Consciente de la proximidad y el comienzo de una contraofensiva ucraniana respaldada por Occidente, Vladimir Putin ha blandido una vez más la amenaza de las armas nucleares, anunciando que quiere estacionar misiles nucleares “tácticos” en Bielorrusia. Detrás de esta declaración intencionada del presidente ruso, muchos ven un farol, tanto en Washington como en Bruselas, la sede de la OTAN, que no han visto ningún indicio de que Rusia haya transferido aún armas nucleares a Bielorrusia. ¿Qué podemos aprender de este episodio?

En primer lugar, farol o no, sigue habiendo una escalada del conflicto debido a la ampliación internacional del mismo, ya que Bielorrusia -un Estado estrechamente dependiente de Rusia, pero soberano- está dispuesta a albergar estos misiles nucleares.

En segundo lugar, en cuanto a la ubicación de éstos, no supone una gran diferencia para los europeos porque los misiles nucleares rusos ya están estacionados a 50 kilómetros de la frontera polaca y, por tanto, de la OTAN. Por ejemplo, hace unos años se divisó una base de lanzamiento en el enclave ruso de Kaliningrado.

En tercer lugar, si se demuestra el movimiento de misiles, es peligroso. Cierto, cuanto más amenacen los rusos con utilizar armas nucleares y luego no lo hagan, menos convincentes resultarán. Pero siguen teniendo armas nucleares y la capacidad de utilizarlas. No es un hecho tranquilizador, porque demuestra una vez más que Rusia está dispuesta a utilizar las armas nucleares para ejercer presión y utilizarlas de forma agresiva. Ucrania no ha tardado en reaccionar a esta amenaza convocando urgentemente una reunión extraordinaria de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU. Espera de sus cuatro miembros permanentes tomen medidas eficaces para contrarrestar el chantaje nuclear del Kremlin. Pero es probable que este llamamiento quede en papel mojado. Rusia asumirá en abril la presidencia del Consejo de Seguridad durante un mes.