Apureños piden al Nazareno de Achaguas por un mejor porvenir para Venezuela

Apureños piden al Nazareno de Achaguas por un mejor porvenir para Venezuela

Apureños piden al Nazareno de Achaguas por un mejor porvenir para Venezuela. Foto: lapatilla.com

 

 

 





 

El Miércoles Santo es el día más importante de la Semana Santa para los apureños, porque se celebra la procesión del Nazareno de Achaguas.

María Eugenia Díaz  // Corresponsalía lapatilla.com

La población visita el santuario para agradecer los favores concedidos, elevar plegarias y solicitar toda la ayuda al santo de los llaneros, a quien veneran con mucha fe y fervor.

Yermina Cadena, nativa de Achaguas, expresó que la imagen del Nazareno representa para los apureños la fe de un pueblo que anhela el cumplimiento de sus deseos en favor propio y de sus familiares.

Cadena recuerda que a sus 17 años perdió su bolso y le pidió al Nazareno de Achaguas la recuperación de su bolso, y gracias a la intercesión del milagroso, pudo cumplir su deseo de tener acceso a sus pertenencias sin ningún agravio.

 

 

 

Habitantes de todo el país visitan y participan en la procesión del Nazareno de Achaguas, pautada para esta tarde, en la cual algunos fieles caminan vestidos de morado para rendirle tributo y pagar promesas al santo.

Vito Vinceslao, expresidente de la Cámara de Comercio del estado Apure, se declaró fiel creyente del Nazareno de Achaguas, porque significa la presencia de Jesús y Cristo Redentor en la vida de todas las familias llaneras.

“Es la presencia de Dios en nuestros corazones y en el de nuestras familias. Pedimos a diario al Nazareno por la salud de nuestras familias y por una mejor Venezuela. El Nazareno de Achaguas representa la fe católica en nuestras vidas”, dijo Vinceslao para lapatilla.com.

Carlos Rodríguez, ganadero caraqueño de nacimiento y apureño de corazón, considera que hoy es un día importante en Achaguas ante la procesión y veneración del Nazareno, imagen que los llaneros consideran propia, porque fue donada por el general José Antonio Páez, ante el triunfo en la Batalla de Carabobo en el año 1821.

José Antonio Páez le encargó al tallista caraqueño José de la Merced Rada (1797-1855) la imagen prometida que fue entregada a la iglesia en 1835.

La figura tiene 1.80 metros de altura y la cruz que sostiene el Nazareno mide 2.70 metros de largo y 1.40 metros el palo menor con 7 centímetros de grosor.