De cuatro ascensores que tiene el Hospital Pastor Oropeza de Carora en el estado Lara, uno solo funciona, pero por temporadas. La falta de mantenimiento preventivo ha traído como consecuencia que el mismo no pueda operar por un tiempo prolongado.
Yanitza Martínez // Corresponsalía lapatilla.com
Desde hace 15 días, este ascensor volvió a sufrir una avería, por lo cual pacientes, familiares y personal de salud deben subir y bajar las escaleras.
Personas recién operadas, convalecientes y mujeres embarazadas o después de dar a luz están obligadas a usar las escaleras con camillas y sillas de ruedas en hombros, escenas cada vez más frecuentes en el hospital.
Familiares, camilleros o cualquier persona se convierten en “ascensores humanos”, que cargan en hombros a pacientes hasta por cinco pisos.
Manifiestan los afectados que el personal de mantenimiento ha intentado efectuar unas últimas reparaciones, pero no han encontrado la falla. Cuando el ascensor es encendido, no existe garantía de que funcionará adecuadamente. Aseguran que varias personas se han quedado encerradas dentro del mismo.
Ante eso cuestionan el hecho de que un hospital tipo III, con el cual se cubren las necesidades de salud de los habitantes del municipio más extenso de la entidad larense, no cuente con ascensores en óptimas condiciones que les permita tener una mejor estadía y garantice una mayor comodidad a los trabajadores, pacientes, familiares y visitantes.
Por esa razón, exhortan al gobernador chavista de Lara, Adolfo Pereira, a que tome en consideración esta situación ya histórica para el máximo centro asistencial de la ciudad de Carora.