Cuando los compañeros de trabajo son clientela fija para el “rebusque”

Cuando los compañeros de trabajo son clientela fija para el “rebusque”

Ante la situación económica del país, los venezolanos se ayudan con el rebusque vendiendo diversos artículos en las oficinas donde trabajan.

Por Diario 2001





2001 conversó con algunos emprendedores para conocer los rubros más comercializados, sus precios y motivaciones.

Mary Carmen Orta señaló que en las oficinas la gente vende comida, chuchería, tortas y productos de cuidado diario.

“Yo vendo chucherías de toda clase a los compañeros de la oficina, chocolates, galletas, pepitos, platanitos, chupetas, entre otros. Mi hijo compra la mercancía”, dijo.

Comentó que los precios dependen del cambio del dólar. Vende chucherías en la oficina para ayudarse y completar el sueldo.

Expresó que a sus clientes les da facilidades de pago.

“Van acumulando el pedido o la cuenta y pagan quincenal o semanal en pagomóvil, efectivo o transferencia, a veces en dólares”, afirmó.

Debido a que hay mucha gente vendiendo cosas, hay mucha oferta y menos demanda, pero el mercado es y da para todos, aseguró.

Añadió que en la oficina otras personas se rebuscan al vender otras cosas. “No tengo rollos con el jefe por vender”.

Manifestó que las ventas se mantienen, son los mismos clientes.

El rebusque importado

Agustina Rodríguez “se rebusca” en la oficina en la que trabaja.

Indicó que en general, algunos empleados venden postres, yogurth, chucherías, tortas, servicios de Netflix, desayunos, artículos para fiestas, ofrecen mobiliario en alquiler.

“Traigo encargos de Amazon y Walmart, champú, maquillaje, perfumes, relojes. Tengo mi tienda virtual @rvinstashop”, dijo.

Indicó que lo hace por la situación país y porque representa una entrada adicional para sus gastos.

Comentó que da facilidades de pago a sus clientes, pueden pagar en dos o tres partes según el monto de la compra, en bolívares, transferencia en zelle y en dólares.

Agregó que aunque hay mucha gente vendiendo cosas, igual vende porque  tiene una cartera de clientes fija.

Con su jefe no tiene problemas por vender en la oficina “porque todo lo traigo por encargo, no es todos los días y es algo discreto, lo entrego a mediodía o a la salida del trabajo”, dijo.

A veces hace promociones como tres frascos de vitaminas por Bs 250,2. Las ventas se han mantenido.

Juan Barrios vende ponquesitos de vainilla y chocolate en su trabajo,  los hace su hija Cermari.

“Lo hago para ayudar a mi hija, ella estudia, no está trabajando y se ayuda con eso. Vendo cada ocho días”, dijo.

Barrios indicó que le vende a los compañeros en la oficina, le pagan al momento o cada ocho días.

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