Cómo es vivir con dislexia: cuáles son los desafíos que enfrenta el 10 % de la población mundial

Cómo es vivir con dislexia: cuáles son los desafíos que enfrenta el 10 % de la población mundial

“La mayor parte de la investigación de dislexia del desarrollo (DD) ha estudiado las dificultades educativas”

 

Si no se detecta a tiempo, este trastorno del aprendizaje de la lectoescritura se traduce en retrasos en la escolaridad, baja autoestima y menos posibilidades de acceso a estudios superiores en la juventud. Señales para reconocerla en la infancia y un caso en primera persona

La dislexia es un trastorno del aprendizaje de la lectoescritura, de carácter persistente y específico, que se da en niños que no presentan ninguna dificultad física, psíquica ni sociocultural y cuyo origen deriva de una alteración del neurodesarrollo. Cada 8 de octubre se celebra el Día Internacional de la Dislexia, con el fin de visualizar las problemáticas alrededor de este trastorno que afecta al 10% de la población mundial, según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS).





Por Infobae

Las últimas revisiones científicas dan cuenta de que “la prevalencia en los niños es significativamente mayor que en las niñas”, pero no se observan diferencias significativas.

De acuerdo a cifras estimadas, los niños disléxicos (con edades comprendidas entre los 7 y 9 años) representan entre el 3 y el 6% de la población infantil.

Según la Academia Nacional de Ciencias estadounidense, se estima que entre el 10 y el 17,5% de la población de ese país tiene dislexia, aunque aseguran que “para la población de habla hispana, el grado de prevalencia de las estimaciones es menor”.

Los expertos sugirieron que la dislexia, que causa dificultad para leer, escribir y deletrear, es una especialización útil y no una “condición neurocognitiva” (Getty)

 

Para entender la dislexia

Gabriela Arista Farini es médica pediatra especialista en Neuropsicología (MN 84.743) y coordinadora del Grupo de Neurodesarrollo de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), Filial Lagos del Sur, y ante la consulta de Infobae comenzó a explicar que “la dislexia es una dificultad inesperada en el aprendizaje de la lectura”. “Decimos inesperada porque se trata de niños que tienen una inteligencia promedio y que cuando empiezan su escolarización y se supone que su cerebro está preparado para aprender a leer, el aprendizaje no sucede”, precisó.

Acerca de la causa de este trastorno, aclaró que “está definida como una condición del neurodesarrollo de origen genético”, al tiempo que señaló que “esta condición se repite en las familias debido a que tiene una alta carga hereditaria y tiene que ver con la dificultad de la migración de las neuronas en alguna parte del cerebro que estaba preparada para la vía del desarrollo de la lectura. Cuando esto no sucede, el niño tiene una dificultad puntual en esa área”.

Según explicó la especialista, “hay una maduración del cerebro, que sucede más o menos alrededor de los cinco años, cuando se desarrollan todas las conexiones para que los niños comiencen a alfabetizarse, esto implica la presencia de un buen lenguaje, concepto de las palabras, y la capacidad de poder identificar los grafemas (las pequeñas unidades escritas que conforman el sonido de la palabra)”.

Se estima que un 10% de la población mundial tiene dislexia.
ladislexia.net

 

Y tras destacar que “el aprendizaje de la lectura es una condición cultural que fue inventada hace 2.000 años; antes el ser humano no leía ni sabía escribir”, Arista Farini ahondó: “Este invento cultural no se da de manera espontánea en un niño cuando se desarrolla, a diferencia de otros aprendizajes que sí se dan de manera espontánea en la raza humana, como, por ejemplo, aprender a caminar, a hablar, a manipular con las manos los instrumentos. Todos esos son aprendizajes que no requieren ser enseñados, sino que naturalmente suceden porque somos bípedos y nuestro cerebro está preparado para utilizar las manos, la boca y el aparato fonatorio para hablar y comunicarnos a través del lenguaje”.

“Pero hay otros aprendizajes, como la lectoescritura, que requieren ser enseñados de manera explícita porque son inventos culturales -continuó la especialista-. Inventamos que determinados signos representan determinados sonidos y de esa manera nosotros, empezando a ver cómo hablamos y cómo nos comunicamos, traducimos ese lenguaje hablado en un lenguaje escrito. Lo traducimos separando las pequeñas unidades y poniéndole a cada unidad un símbolo; entonces al sonido ‘A’ le ponemos un símbolo que es una casita con una rayita que la corta y el cerebro aprende a identificar que ese símbolo suena ‘A’ en el idioma castellano. Así, de esta manera, en cada idioma y en cada cultura se enseñó un código alfabético diferente”.

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