La misteriosa isla abandonada frente a la costa de Nueva York que nadie puede visitar

La misteriosa isla abandonada frente a la costa de Nueva York que nadie puede visitar

La isla U Thant, oficialmente llamada isla Belmont, surgió a finales del siglo XIX (Imagen: Google Earth)

 

En el East River frente a la ciudad de Nueva York se encuentra una isla pequeña y misteriosa con una historia increíble, pero a nadie se le permite visitarla.

Por Mirror





La isla U Thant, oficialmente isla Belmont, es un pequeño montículo de roca y vegetación del que emerge un extraño andamio de metal. La minúscula isla mide sólo 100 por 200 pies y ni siquiera existió hasta finales del siglo XIX.

Se encuentra a medio camino entre el complejo de las Naciones Unidas y Long Island City y fue creado como resultado de los túneles construidos por el famoso fabricante de pianos William Steinway. En la década de 1890 inició un proyecto para construir un túnel para tranvías bajo el East River con el fin de unir la ciudad de su empresa, Steinway Village, en Queens, con Manhattan.

Como parte de la construcción, se cavó un pozo en un afloramiento de granito conocido como Man-o’-War Reef para llegar a los túneles. Durante la excavación, los escombros y desechos de la excavación comenzaron a acumularse en el arrecife que había flotado hacia la superficie.

El acceso a la isla está prohibido ( Imagen: Google Earth)

 

Steinway murió antes de ver completada su visión, y 10 años más tarde el financiero August Belmont Jr. se hizo cargo del proyecto. Belmont vio el proyecto hasta su finalización entre 1905 y 1907, y la pequeña isla que había surgido recibió su nombre.

Los túneles se completaron bajo los auspicios de la primera línea de metro, Interborough Rapid Transit (IRT). Pero la tragedia se produjo durante la construcción en 1906, cuando cuatro trabajadores murieron en un accidente de pozo debajo de la isla.

El 16 de enero de 1906, una tubería de aire comprimido explotó en el túnel y mató a cuatro personas. Dos de los trabajadores murieron por asfixia y enfermedad de descompresión, mientras que los otros dos se ahogaron. En ese punto, el fondo del pozo se encontraba a 20 pies por debajo de la línea de agua, y en un intento desesperado por salvar las vidas de tantos trabajadores como fuera posible, el capataz y su asistente hicieron un peligroso descenso hacia el túnel.

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