El transporte público binacional de Venezuela, incluyendo taxis y autobuses, que por 70 años ha cubierto la ruta desde Táchira a Cúcuta (Norte de Santander) amparados por el Tratado de Tonchalá, está en proceso de reactivar su operación en la capital del citado departamento colombiano y su terminal.
Por Anggy Polanco / Corresponsal lapatilla.com
Sin embargo, a mediados de enero, los transportadores aún no han podido renovar los permisos necesarios, a pesar de haber iniciado los trámites a principios de diciembre del año pasado.
Celestino Moreno, presidente del Sindicato Único de Transportistas de la Frontera, indica que las líneas legalmente constituidas enfrentan obstáculos burocráticos, mientras que otros transportes no regulados han recibido permisos a tiempo.
Ahora, el Área Metropolitana de Cúcuta introdujo un nuevo requisito: el revisado preventivo, que complica el proceso para las empresas de transporte.
Moreno sugiere que detrás de estos obstáculos podrían estar intereses políticos o empresariales.
La municipalidad de Cúcuta comenzó a recibir documentación, pero hay desorden y errores en los nombres de los propietarios de las unidades, denunció.
La incertidumbre sobre la finalización de los trámites persiste, y los transportistas transfronterizos del Táchira esperan una explicación de las autoridades del Área Metropolitana de Cúcuta (AMC).
Vale mencionar que los transportistas venezolanos no entienden por qué las cancillerías de Colombia y Venezuela se desentendieron de esta situación y permiten que la AMC ponga las normas, pese a que no le competente, ya que este transporte se rige es por el convenio de Tonchalá, y a lo largo de la historia laboraron sin mayores inconvenientes.
Mientras tanto, Javier Velazco, representante del gremio de taxis de la frontera del Táchira, menciona instrucciones para pagar montos adicionales sin justificación.
Por otro lado, Juan Carlos Palencia, diputado nacional, insta a los gobiernos de Colombia y Venezuela a responder a las necesidades de los transportistas, ya que se les impide ingresar al terminal de Cúcuta a pesar de cumplir con las pautas establecidas.
Palencia exhorta a las cancillerías a resolver este problema, que no es competencia de la AMC, y sugiere que hay intereses de taxistas y otras empresas que no desean la reactivación de las líneas transfronterizas tradicionales.