ABC: Venezuela exporta rugby además de ron y petróleo

ABC: Venezuela exporta rugby además de ron y petróleo

 

Este sábado tendrá lugar en el Estadio de la Universidad Complutense el Primer Torneo Nacional de Rugby Penitenciario con la participación de seis equipos de internos – incluido uno femenino- de cárceles españolas, bajo la conducción deportiva de las Fundaciones venezolanas Ron Santa Teresa y la de Cisneros.





Por LUDMILA VINOGRADOFF / abc.es

En el marco del Proyecto Alcatraz, que ha sido exitoso en Venezuela por la rehabilitación de los presos comunes, jugarán unos 40 internos de los equipos de los Centros Penitenciarios de El Dueso en Cantabria, la Zuera de Zaragoza, de Valladolid (Cáritas Valladolid y Club Rugby El Salvador), Estremera Madrid VII (Fundación Invictus), Alcalá Meco Madrid II (Fundación Santa Teresa-Fundación Rugby Cisneros-) y Alcalá Meco mujeres Madrid I (Club de Rugby Alcalá).

El torneo de rugby es un día especial para los internos no solo porque serán premiados por haberse destacado por su compromiso, implicación y comportamiento durante su desempeño deportivo, sino que cambiarán el suelo gris y barrotes de los calabozos por estar un día en el césped verde de la cancha y poder celebrarlo con sus familiares.

Jugar un día en una cancha verde soleada fuera de las rejas y el patio de cemento habitual de la cárcel, no tiene precio, levanta la autoestima y la esperanza de los jugadores internos. «La transformación que se produce con la competencia y comportamiento es algo digno de resaltar por los efectos que produce en la recuperación», afirma Alberto Vollmer, presidente de la Fundación Ron Santa Teresa.

Entrevistado por ABC, el presidente del Ron Santa Teresa y su fundación, destaca de como el rugby ha contribuido en reducir los índices delictivos del estado Aragua, sede de la hacienda familiar de caña de azúcar donde se produce el famoso ron Santa Teresa.

El Proyecto Alcatraz es un programa que comenzó en 2003 en respuesta a la acción de tres hombres que robaron a un inspector de seguridad en la Hacienda Santa Teresa.

Cinco valores

Los dueños de la hacienda, que jugaban el rugby inglés y también el beisbol y el fútbol, decidieron entonces proponer a los maleantes jugar rugby para reeducarlos, inspirados en los cinco valores del juego que son: humildad, respeto, disciplina, trabajo en equipo y el espíritu deportivo. Y lograron la empatía de los presos.

Cuenta Alberto Vollmer que en ese momento, el municipio donde se encuentra la Hacienda tenía 174 homicidios por cada 100.000 habitantes, una cifra superior a la de los países en guerra (la tasa de homicidios de Irak era de 21 y la de Colombia de 36).

El Proyecto Alcatraz logró reducir 90% la tasa de homicidios en Revenga tras sus primeros 10 años. Además, ha desmantelado 11 bandas criminales sin recurrir a la violencia, reclutando a más de 200 jóvenes. A nivel internacional, el proyecto ha recibido más de 10 premios por su labor y ha servido como caso de estudio en universidades como Harvard.

Haciendo un balance de los 21 años que tiene el rugby penitenciario funcionando en las 37 cárceles del país, Vollmer se enorgullece al destacar que la tasa de violencia ha bajado a 8 homicidios por cada 100.000 habitantes en su municipio. «Tenemos 1.200 internos incorporados al programa deportivo, y unos 2.500 jóvenes salvados de la criminalidad», dice.

«Este programa, basado en una metodología propia, ha sido la principal herramienta para desarticular las bandas criminales que operan en el municipio Revenga (estado Aragua) e iniciar su proceso de transformación y reinserción en la sociedad», señala el empresario.

Los internos recuperados pueden ser entrenadores de otros que quieran jugar el rugby y así multiplicar la enseñanza de este juego. «Mi papá está vivo gracias al rugby», dice un niño al mirar con orgullo a su padre, un ex delincuente, que dejó el crimen para ser un hombre de honor, entre los numerosos testimonios.

Efecto curador

Alberto Vollmer no pierde la emoción de ver en cada torneo la transformación que se opera en los reclusos jugadores. «El juego es un pretexto para la humanización de los internos. Sus rostros se iluminan cada vez que juegan una competencia, ellos se sienten confiados de que son capaces de rendir como otros hombres. El efecto curador del deporte es inmediato más allá del juego».

El torneo de rugby penitenciario es inédito en España, es como si los jugadores después de vivir en blanco y negro en su prisión salieran un día para vivir en color junto a sus familiares, dice emocionado el empresario, a quien no le importa que lo vinculen con el ron que exporta al mundo entero.