¿Por qué Jerry West era el logo de la NBA y quién hizo el diseño?

¿Por qué Jerry West era el logo de la NBA y quién hizo el diseño?

Imagen cortesía.

 

De todos los colores que componen la escala cromática, el verde es sin duda el que más odiaba Jerry West. En todas sus formas y tonalidades, sin ningún tipo de excepción y en un grado mayor que cualquier sentimiento de repulsa que pueda emanar del ser humano. Y con motivos más que justificados, merced a las seis Finales de la NBA en las que cayó ante los Celtics, ese equipo que puebla sus peores pesadillas, con la eterna (y eternizada) sombra de Bill Russell tapando la luz que parecía emanar de la ciudad de Los Ángeles todos los días del año excepto ese en el que la marea verde hacía su aparición. Los mismos anillos que Michael Jordan ganó en los 90 ante cinco rivales diferentes, fueron los que se escurrieron de los dedos de West ante un mismo equipo, ese que ganó 11 campeonatos y tuvo el mayo dominio que la NBA ha visto en su larga historia. Uno que, entre sus muchas víctimas, tuvo una que destacó por encima del resto: Los Angeles Lakers.

Por AS

La historia de West está llena de adversidades, con las batallas perdidas contra los Celtics como la menor de todas ellas. Quinto de seis hermanos, recibió de niño los abusos físicos de su padre, por lo que tuvo que dormir con una pistola bajo la almohada por temor a tener que matarle en defensa propia. Agresivo durante su infancia, se volvió un chico tímido e introspectivo cuando su hermano David murió en 1951 en la guerra de Corea, hecho que marcó profundamente a West. La futura estrella de la Liga no tenía pinta de convertirse en alguien semejante, siendo un niño débil y escuálido que necesitaba que le inyectaran vitaminas y se mantenía alejado de los deportes por miedo a una lesión grave. Practicaba solo la caza y la pesca, al igual que lanzaba a canasta siempre que podía. Esto hizo que entrara en el East Bank High School, con quienes estuvo ligado en su adolescencia y educación secundaria. Marcado profundamente por los abusos de su padre y la muerte de su hermano, hechos que le influyeron notablemente en su carácter, el jugador se fue formando poco a poco, abandonando las dificultades derivadas de su escasa estatura para centrarse en la defensa y otras partes del juego que le ayudaron a desarrollar, siempre desde el trabajo, sus cualidades baloncestísticas, que incluían una gran capacidad reboteadora y una extraordinaria resistencia al dolor, como ya demostró en varios episodios durante su carrera profesional.

También su carácter, siempre solitario pero con un liderazgo demostrado a través del ejemplo, siendo la referencia de unas plantillas que siempre le siguieron. West desarrolló como directivo un buen discurso, pero se basó en el trabajo diario para motivar a sus compañeros durante su etapa como jugador. En su primer año en el instituto fue nombrado capitán y llevó a East Bank al campeonato estatal el 24 de marzo de 1956, promediando 32,2 puntos por partido. Esto llevó al colegio a cambiar su nombre a West Bank High School todos los años el 24 de marzo en honor a su prodigio, una práctica que se mantuvo vigente hasta que la escuela cerró en 1999. La influencia que todavía tenía en él su familia le hizo quedarse en Virginia para acudir allí a la Universidad, rechazando la oferta de otras 60 candidatas. Allí permaneció cuatro años, completando toda su formación, siendo nombrado dos veces All-American, MVP de la Final Four de la NCAA en 1959 y teniendo su número 44 retirado. Una proeza que le permitió acudir a los Juegos Olímpicos de Roma en 1960, ganando el oro junto a contemporáneos como Oscar Robertson antes de dar el salto a la NBA (número 2 de la primera ronda del draft) y llevar su liderato a Los Ángeles, lejos por primera vez de su familia. Ese mismo año se casó con Martha Jane Kane, con la que tuvo tres hijos antes de divorciarse, 16 años más tarde.

“No vas a conseguir nada en la vida si solo te esfuerzas los días que te sientes bien”. La frase la dijo Jerry West en su etapa como profesional, pero hubo momento en los que pareció incluso que se iba a quedar solo con la primera parte y que se iba a retirar con las manos vacías. Finalmente consiguió el título en 1972, tras perder dos años antes ante los Knicks en las primeras Finales en las que se enfrentaría a un rival distinto a los Celtics, que culminaron en 1969 esos 11 títulos. Siete de ellos ante los angelinos, que vieron por el camino como eran los grandes derrotados en el primero, cuando todavía estaban en Minneapolis y el escolta hacía de las suyas en la West Virginia, y en el último, en uno de los mayores bochornos de la historia de las Finales. Ese día, los Lakers vivieron probablemente su derrota más dura, potenciada por los globos que el dueño de la franquicia, Jack Kent Cooke, había colgado de las vigas del viejo Forum, queriendo anticipar una victoria que nunca tuvo lugar y enfureciendo muchísimo a West, que finalizó el partido con 42 puntos, 13 rebotes y 12 asistencias, pero nada pudo hacer ante la canasta de Don Nelson en los últimos minutos que ponía el broche de oro ala dinastía celtic con un ajustadísimo resultado (108-106).

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